Sally O’Neill una viajera incansable que caminó en todos los rumbos de la región para validar la vida en cualquier lugar que estuviera amenazada.
Una vida llena de pasión por la justicia, por la dignidad, por la honestidad, por la vigencia de los derechos humanos. Supo batallar sin cansarse, solidarizarse con todas las causas en defensa de la vida, soñar que los pobres, los intelectuales, las organizaciones populares, los políticos honestos, podrían construir sociedades dignas para todos..
Todos los que la conocimos, la tratamos y trabajamos con ella sabemos que ponía toda su pasión en lo que hacía, combinaba una inteligencia brillante y una facilidad para estar informada de todo y ponerlo al servicio de los defensores de la vida.
Incansable en su lucha, inclaudicable en sus principios y fiel en su amistad y una fe en los pueblos y sus capacidades.
Ciertamente es un modelo de vida, de servicio y de franqueza, no ocultó nunca la verdad y no rehuyó buscarla ni encontrarse con ella en y defensa de los derechos de las personas vulnerables.
Hasta luego compañera Sally.
Tus amigos de Cáritas de Honduras
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