El papa Francisco destacó en su mensaje para la 52 Jornada Mundial de la Paz, que la paz “es fruto de un gran proyecto político que se funda en la responsabilidad recíproca y la interdependencia de los seres humanos” y hoy más que nunca se necesitan “artesanos de la paz” que contribuyan a la felicidad de las familias.
Mensaje Completo:
1. “Paz a esta casa”
Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6).
Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana[1]. La “casa” mencionada por Jesús es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra “casa común”: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés.
Por tanto, este es también mi deseo al comienzo del nuevo año: “Paz a esta casa”.
2. El desafío de una buena política
La paz es como la esperanza de la que habla el poeta Charles Péguy[2]; es como una flor frágil que trata de florecer entre las piedras de la violencia. Sabemos bien que la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción.
Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35). Como subrayaba el Papa san Pablo VI: «Tomar en serio la política en sus diversos niveles ―local, regional, nacional y mundial― es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad»[3].
En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.
3. Caridad y virtudes humanas para una política al servicio de los derechos humanos y de la paz
El Papa Benedicto XVI recordaba que «todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis. […] El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político. […] La acción del hombre sobre la tierra, cuando está inspirada y sustentada por la caridad, contribuye a la edificación de esa ciudad de Dios universal hacia la cual avanza la historia de la familia humana»[4]. Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad.
A este respecto, merece la pena recordar las “bienaventuranzas del político”, propuestas por el cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Vãn Thuận, fallecido en el año 2002, y que fue un fiel testigo del Evangelio:
Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel.
Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad.
Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.
Bienaventurado el político que realiza la unidad.
Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical.
Bienaventurado el político que sabe escuchar.
Bienaventurado el político que no tiene miedo[5].
Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud.
4. Los vicios de la política
En la política, desgraciadamente, junto a las virtudes no faltan los vicios, debidos tanto a la ineptitud personal como a distorsiones en el ambiente y en las instituciones. Es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella. Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social: la corrupción —en sus múltiples formas de apropiación indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas—, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la “razón de Estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio.
5. La buena política promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro
Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro. En cambio, cuando la política se traduce, concretamente, en un estímulo de los jóvenes talentos y de las vocaciones que quieren realizarse, la paz se propaga en las conciencias y sobre los rostros. Se llega a una confianza dinámica, que significa “yo confío en ti y creo contigo” en la posibilidad de trabajar juntos por el bien común. La política favorece la paz si se realiza, por lo tanto, reconociendo los carismas y las capacidades de cada persona. «¿Hay acaso algo más bello que una mano tendida? Esta ha sido querida por Dios para dar y recibir. Dios no la ha querido para que mate (cf. Gn 4,1ss) o haga sufrir, sino para que cuide y ayude a vivir. Junto con el corazón y la mente, también la mano puede hacerse un instrumento de diálogo»[6].
Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales. Una confianza de ese tipo nunca es fácil de realizar porque las relaciones humanas son complejas. En particular, vivimos en estos tiempos en un clima de desconfianza que echa sus raíces en el miedo al otro o al extraño, en la ansiedad de perder beneficios personales y, lamentablemente, se manifiesta también a nivel político, a través de actitudes de clausura o nacionalismos que ponen en cuestión la fraternidad que tanto necesita nuestro mundo globalizado. Hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan “artesanos de la paz” que puedan ser auténticos mensajeros y testigos de Dios Padre que quiere el bien y la felicidad de la familia humana.
6. No a la guerra ni a la estrategia del miedo
Cien años después del fin de la Primera Guerra Mundial, y con el recuerdo de los jóvenes caídos durante aquellos combates y las poblaciones civiles devastadas, conocemos mejor que nunca la terrible enseñanza de las guerras fratricidas, es decir que la paz jamás puede reducirse al simple equilibrio de la fuerza y el miedo. Mantener al otro bajo amenaza significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad. Es la razón por la que reafirmamos que el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia. El terror ejercido sobre las personas más vulnerables contribuye al exilio de poblaciones enteras en busca de una tierra de paz. No son aceptables los discursos políticos que tienden a culpabilizar a los migrantes de todos los males y a privar a los pobres de la esperanza. En cambio, cabe subrayar que la paz se basa en el respeto de cada persona, independientemente de su historia, en el respeto del derecho y del bien común, de la creación que nos ha sido confiada y de la riqueza moral transmitida por las generaciones pasadas.
Asimismo, nuestro pensamiento se dirige de modo particular a los niños que viven en las zonas de conflicto, y a todos los que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos. En el mundo, uno de cada seis niños sufre a causa de la violencia de la guerra y de sus consecuencias, e incluso es reclutado para convertirse en soldado o rehén de grupos armados. El testimonio de cuantos se comprometen en la defensa de la dignidad y el respeto de los niños es sumamente precioso para el futuro de la humanidad.
7. Un gran proyecto de paz
Celebramos en estos días los setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue adoptada después del segundo conflicto mundial. Recordamos a este respecto la observación del Papa san Juan XXIII: «Cuando en un hombre surge la conciencia de los propios derechos, es necesario que aflore también la de las propias obligaciones; de forma que aquel que posee determinados derechos tiene asimismo, como expresión de su dignidad, la obligación de exigirlos, mientras los demás tienen el deber de reconocerlos y respetarlos»[7].
La paz, en efecto, es fruto de un gran proyecto político que se funda en la responsabilidad recíproca y la interdependencia de los seres humanos, pero es también un desafío que exige ser acogido día tras día. La paz es una conversión del corazón y del alma, y es fácil reconocer tres dimensiones inseparables de esta paz interior y comunitaria:
— la paz con nosotros mismos, rechazando la intransigencia, la ira, la impaciencia y ―como aconsejaba san Francisco de Sales― teniendo “un poco de dulzura consigo mismo”, para ofrecer “un poco de dulzura a los demás”;
— la paz con el otro: el familiar, el amigo, el extranjero, el pobre, el que sufre…; atreviéndose al encuentro y escuchando el mensaje que lleva consigo;
— la paz con la creación, redescubriendo la grandeza del don de Dios y la parte de responsabilidad que corresponde a cada uno de nosotros, como habitantes del mundo, ciudadanos y artífices del futuro.
La política de la paz ―que conoce bien y se hace cargo de las fragilidades humanas― puede recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María, Madre de Cristo salvador y Reina de la paz, canta en nombre de todos los hombres: «Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; […] acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre» (Lc 1,50-55).
Vaticano, 8 de diciembre de 2018
En el Día Internacional del Migrante, proclamado por las Naciones Unidas oficialmente en el año 2000 para ser celebrado cada 18 de diciembre, el Papa Francisco escribe, a través de Twitter, que “Jesús conoce bien el dolor de no ser acogido” y pide que nuestros corazones “no estén cerrados como las casas de Belén”.
Este año el lema es “Migración Con Dignidad”, por lo que la ONU lanza un llamamiento para una migración “Segura, Ordenada y Regular”.
Apoyemos la migración #ConDignidad
Además, la red social Twitter hoy estará marcada por el hashtag #ConDignidad, lanzado por la ONU como parte de su campaña para dignificar a los migrantes en este día y que hace eco de la migración “Segura, Ordenada y Regular” acordada en el Pacto Mundial de Migración aprobado el pasado 10 de diciembre en Marrakech, Marruecos, y adoptado por 184 países miembros de la ONU.
Actualmente hay 68 millones de personas desplazadas por la fuerza, entre los que se incluyen 25 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos. Ante este panorama, la ONU pide como requisito indispensable tratar a los migrantes con dignidad: “debemos dignificar esas elecciones mostrando respeto y la manera de hacerlo es tratarles con dignidad por haber tomado las decisiones que han tomado” dice las Naciones Unidas en su página web.
Frontera México – EEUU: Migrantes marcados con números en la piel
Sin embargo, frente a esta solicitud de dignidad, ha sido chocante una noticia en la que se relata que en los últimos días, migrantes mexicanos, en su mayoría niños y bebés, han sido marcados con números, pintados en la piel de los brazos con rotulador, en la Frontera de Juárez con Texas. Según diferentes fuentes, los números han sido escritos por agentes de la Policía fronteriza mexicana para indicar el orden en que los menores deben ir acompañados al pase para presentar su solicitud de asilo, pero la práctica ha generado controversia porque recuerda los odiosos registros realizados por los nazis en los campos de exterminio, donde a los judíos se les tatuaba el número de detención en sus brazos.
El drama de los refugiados y el aumento de víctimas infantiles
Tras las cifras que ha dejado este año 2018, en el que alrededor de 3.400 migrantes y refugiados han perdido la vida en todo el mundo, y según un informe de Save the Children, las principales víctimas son niños y niñas, destaca el caso de Jakelin, la niña migrante Guatemalteca de 7 años que perdió la vida el pasado 8 de diciembre tras un largo viaje atravesando el desierto. Aunque nunca se nos borrará de la memoria la impactante imagen del pequeño Aylan Kurdi, el niño refugiado sirio de tres años cuyo cuerpo fue hallado sin vida en 2015 en las costas de Turquía donde la embarcación en la que viajaba junto a sus padres y su hermano naufragó.
Este domingo 18 de noviembre se celebra la II Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco, por lo que la Iglesia Católica en Honduras se adhiere para estar más cerca de los excluidos, marginados, hambrientos y sin techo.
En la segunda Jornada el lema es: «Este pobre gritó y el Señor lo escuchó». En tanto en nuestro país las Cáritas Parroquiales han asumido la tarea de animar la jornada en sus parroquias.
Francisco destacó en un mensaje que se trata de “una iniciativa de evangelización, oración y compartida” que busca favorecer una mayor atención “a la necesidad de los últimos, de los marginados, de los hambrientos”.
Leer Mensaje del Santo Padre Francisco:
II Jornada Mundial de los Pobres 2018
El 10 de noviembre inició la Marcha en solidaridad con los migrantes, refugiados y personas desplazadas por la violencia como en el caso de Honduras.
En nuestro país el lema que anima esta caminata es: “Caminemos acompañados, juntos buscando la esperanza, buscando el futuro”.
Las Cáritas Parroquiales están animando la caminata en sus parroquias y comunidades. Honduras inició la campaña recorriendo 89,250 Km. Las Diócesis que iniciaron la caminata son San Pedro Sula, Yoro y la cuasiparroquia Santiago Apóstol de Lepaterique, Arquidiócesis de Tegucigalpa.
La Campaña busca que juntos recorramos 1 millón de kilómetros. Cada paso que demos en un lugar del mundo será un paso hacia la construcción de comunidades más fuertes y hacia la apertura de nuestras mentes y corazones a un futuro común.
Al caminar juntos, hablando con ellos, reconocemos a una hermana, un hermano, un vecino y a nosotros mismos. Y nos damos cuenta de que aunque nuestro mundo parece estar unido por el miedo, en este momento, también estamos unidos por la esperanza de una vida mejor y un futuro pacífico.
El cambio, en nuestros corazones y nuestras comunidades, comienza con la sencilla decisión de dar un paseo con los migrantes y los refugiados» (cardenal Tagle, Presidente de Cáritas Internationalis).
Ante la crisis humanitaria visibilizada en el éxodo que viven nuestros hermanos/as migrantes, causado por la violencia estructural que viven en su país y que se deriva en el caminar de miles de personas que se han desplazado de su lugar de origen y que hoy, algunos de ellos transitan en territorio mexicano con la esperanza de encontrar una vida digna, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México informó que han coordinado con los diferentes ORGANISMOS DE LA SOCIEDAD CIVIL, CASAS DE REFUGIO, EL SERVICIO DE MIGRANTES Y DE REFUGIADOS, CAFEMIN, CODEMIRE, REDODEM Y LA CEM, por lo que están proponiendo acciones conjuntas para brindar acompañamiento en toda la ruta migratoria.
En tal sentido consideran que urge fortalecer el trabajo articulado para brindar el apoyo humanitario y solidario de este proceso de tránsito con todas y todos.
En tal sentido, indicaron que se han establecido centros de acopio que apoyarán las necesidades de la población migrante, y que se coordinarán esfuerzos con personas defensoras, voluntarias y comunidades religiosas que quieran acompañar este proceso en todo el territorio mexicano, tomando en cuenta las necesidades de aquellas personas que se encuentren en mayor vulnerabilidad, con perspectiva de género y de derechos humanos.
Asimismo invitan a sumarse a este esfuerzo para realizar acciones solidarias, donde además de la atención de la emergencia, tomemos conciencia y exhortemos como seguidores de Jesús (Iglesia) a crear oportunidades y condiciones legales, económicas, políticas y sociales que hagan posible la vida de todos los seres humanos que residan o se encuentren de paso por México.
Desde Cáritas Honduras acompañaos y agradecemos las muestras de apoyo y protección con los migrantes.
La Iglesia Católica de la Diócesis de Trujillo, que comprende los departamentos de Colón y Gracias a Dios se pronuncia ante la crisis suscitada en la Región del Aguán, específicamente en Tocoa.
Comunicado integro:
Unos 2.300 niños que viajan en la caravana de migrantes que ahora se encuentra en el sur de México, necesitan protección y servicios esenciales como atención médica, agua potable y saneamiento adecuado, según ha informado este viernes el Fondo para la Infancia de la ONU (UNICEF) desde la sede en Ginebra.
Los niños han estado expuestos a las inclemencias del tiempo, incluidas temperaturas peligrosamente elevadas y con poco acceso al refugio adecuado.
Según el personal de UNICEF en el terreno, algunos de los niños ya se han enfermado y sufrido deshidratación. La mayoría ha dejado sus países de origen: huyen de las pandillas y la violencia de género, la extorsión, la pobreza; así como del acceso limitado a educación de calidad y servicios sociales. Honduras, El Salvador y Guatemala son las nacionalidades más afectadas.
El trauma de la separación de las familias
Asimismo, UNICEF reportó que las estimaciones actuales indican que la caravana cuenta con unas 9.300 personas que cruzaron de Guatemala a México entre el 19 y el 22 de octubre.
La portavoz de la organización, Marixie Mercado; recordó además que la separación de los menores de sus familias y la detención de inmigrantes son profundamente traumatizantes para los niños y con frecuencia conlleva un impacto a largo plazo en sus vidas. «Seguimos instando a todos los gobiernos a buscar alternativas a la detención de inmigrantes y obviamente, a mantener unidas a las familias”, añadió.
El derecho a pedir asilo
Si bien se dio a conocer que la administración de los Estados Unidos planea enviar al menos 800 soldados a la frontera sur, UNICEF instó a todos los gobiernos a «asegurarse de que estos niños tengan acceso a todas las protecciones que les brinda el derecho internacional». Para Marixie Mercado, eso significa que “es esencial que todos los niños y las familias puedan solicitar asilo, y que se les pueda hacer frente a sus derechos de protección internacional antes de que se tome una decisión sobre devoluciones o deportaciones».
La caravana de migrantes comenzó su viaje hacia el norte el 12 de octubre en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, donde un grupo de 160 personas se reunieron en una terminal de autobuses y se prepararon para partir en dirección a los Estados Unidos, a través de Guatemala y México. La nación hondureña tiene una de las tasas más altas de muertes violentas en el mundo: el país está afectado por la violencia de pandillas, las guerras de drogas y la corrupción.
Escapando de la violencia organizada
En este contexto, es esencial que todos los niños y las familias puedan solicitar asilo, y que se apliquen sus derechos de protección internacional.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) la violencia de pandillas en Honduras, junto con El Salvador y Guatemala, está impulsando a cientos de miles de personas a huir de sus hogares cada año.
«Nuestra posición a nivel mundial es que las personas que huyen de la persecución y la violencia deben tener acceso al territorio y la protección, incluidos los procedimientos de determinación de la condición de refugiado», dijo también en Ginebra el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic.
“Si la gente está huyendo de la persecución y la violencia en México, se les debe proporcionar acceso al sistema de asilo mexicano, y aquellos que ingresan a los Estados Unidos deben tener acceso al sistema de asilo estadounidense. Estamos trabajando con todos los países de la región para garantizar que las personas que necesitan protección la reciban”, aseguró Mahecic, explicando que, según los datos del Ministerio del Interior de México, hasta el día 25 de octubre se habían presentado 743 solicitudes de asilo en Tapachula.
La Caravana: nueva naturaleza migratoria
El panorama es realmente desolador: los migrantes duermen en las calles o en campamentos improvisados con falta de agua potable y saneamiento. La comida escasea.
Si bien, no es la primera vez que grupos de centroamericanos abandonan sus tierras para dirigirse a los Estados Unidos, la naturaleza organizada de estas caravanas es relativamente nueva y extremadamente alarmante.
Tomado de: vaticannews
El Papa Francisco reflexionó sobre la dura situación que atraviesan los miles de hondureños y centroamericanos que forman la caravana migrante y que busca ingresar a Estados Unidos para huir de la pobreza y la violencia en sus países.
En el encuentro que sostuvo este 29 de octubre con los participantes del XV Capítulo General de la Congregación de los Misioneros de San Carlos (scalabrinianos), el Papa afirmó que “el migrante reza. Reza porque necesita muchas cosas y reza a su modo, pero reza. Un peligro para todos nosotros, hombres y mujeres de Iglesia, pero más para vosotros por su vocación, sería el de pensar que no necesitan de la oración”.
“Otro fenómeno de los migrantes –pensemos en la caravana que va de Honduras a Estados Unidos– es el de agruparse. El migrante por lo general busca andar en grupo. A veces tiene que andar solo, pero es normal agruparse porque así nos sentimos más fuertes en la migración”, dijo el Pontífice respondiendo a algunas preguntas de los presentes.
“Allí está la comunidad (…). Siempre la comunidad porque su vocación es adecuada para los migrantes que se agrupan. Siéntanse migrantes, siéntanse migrantes ante las necesidades, migrantes ante el Señor, migrantes entre ustedes. De allí la necesidad de agruparse”, continuó.
Otra característica del migrante, explicó el Papa Francisco, es “arriesgar. A veces también arriesga la vida. La prudencia en ustedes tiene otro tono respecto a la prudencia de un monje de clausura: son prudencias distintas. Las dos son virtud, pero con un carácter distinto. Arriesgar”.
A la pregunta de un scalabriniano que sirve en Guatemala sobre la tentación de no sentirse escuchados por Dios en medio del sufrimiento, el Papa dijo “que es necesario tocar, tocar y tocar sin cansarse; pero en comunidad, todos juntos. Todos juntos pero sabiendo que toda la comunidad reza por este pueblo que sufre tanto”.
Un scalabriniano colombiano que sirve en Asia y Australia solicitó un mensaje para los seminaristas. Francisco dijo que deben ser “migrantes para poder trabajar con los migrantes. Migrantes de Dios, migrantes con la comunidad, migrantes de un pueblo, que se sientan en camino”.
“Y con lo de ser migrantes de Dios que lleven a la oración cosas concretas: que la oración es para pelear, para pelear con Dios! Y si uno pelea, saca las cosas. Deciles eso: que tengan coraje”, concluyó.
Solidaridad de los obispos de Costa Rica
De otro lado, la Conferencia Episcopal de Costa Rica expresó en un comunicado su cercanía con la caravana de migrantes y alentó a los fieles a acogerlos cuando lleguen al país.
Los prelados alentaron a “sensibilizarnos y comprometernos frente a los flujos migratorios que, causados por la pobreza, la inseguridad y la persecución tienen como destino nuestro país, de manera que sepamos ser una nación solidaria con la población inmigrante”.
“Las realidades migratorias están en el corazón de la Iglesia, lo que se remonta a sus raíces más profundas. Es sobre la dura experiencia migratoria del pueblo de Israel que Dios señala una legislación protectora del inmigrante. ‘No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto’”, indicaron.
“Pedimos a Nuestra Señora de los Ángeles su maternal intercesión en favor de los hermanos migrantes y de quienes pueden actuar acogiéndolos, protegiéndolos, promoviéndolos e integrándolos”, concluyó el comunicado.
La caravana migrante
La caravana migrante retomó esta madrugada su camino rumbo a Santiago Niltepec, luego de que ayer descansó en Tapanatepec, en el estado mexicano de Oaxaca.
El grupo de más de 7.000 centroamericanos que ingresó a México el 19 de octubre siguió en su mayoría su camino a pie, mientras que las mujeres y niños se movilizaron en algunos vehículos.
Mientras tanto las autoridades de Estados Unidos indicaron que están preparando un contingente de soldados para impedir el ingreso de los migrantes al país.
Las tareas de estos reservistas, entre los que se encuentran médicos e ingenieros, suelen ser de apoyo logístico a la guardia fronteriza que custodia los más de 3.000 kilómetros del límite entre Estados Unidos y México. Asimismo, no pueden impedir que los migrantes soliciten asilo en el país norteamericano.
“Muchos miembros de pandillas y algunos elementos muy malos están mezclados en esta caravana que camina hacia nuestra frontera sur. Por favor, regresen, no serán admitidos en Estados Unidos a menos que sigan el proceso legal. ¡Esta es una invasión a nuestro país y nuestro ejército los espera!”, escribió en su cuenta de Twitter, Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
De otro lado, informa AFP, el domingo 28 de octubre unos 1.500 hondureños que busca unirse a la caravana rompió un cerco de la policía guatemalteca en la frontera con México, pero sin lograr ingresar a territorio mexicano. Por otra parte, unos 300 migrantes salieron el domingo de San Salvador hacia la frontera con Guatemala con objetivo de llegar también a Estados Unidos.
Fuente: aciprensa
La Diócesis de Choluteca propusó una conversión ecológica integral, ante la grave crisis ambiental que sufre la zona sur de Honduras.
A través de un comunicado realizado en la trigésimo tercer Asamblea Diocesana de Pastoral, donde asistieron obispos, sacerdotes religiosas y laicos, se conoció las conclusiones sobre el cuidado de la Casa Común.
En tal sentido el escrito indica que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental”.
LEER COMUNICADO COMPLETO: Comunicado Choluteca
El Encuentro Cáritas de Centroamérica y México -Zona CAMEX- en la que participa Cáritas Honduras, se desarrolló en ciudad de Guatemala, con el objetivo de animar y fortalecer a las Iglesias locales, a las Cáritas nacionales y a las comunidades cristianas de la zona CAMEX, desde la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, la encíclica Laudato Si, la Doctrina Social de la Iglesia y nuestra experiencia histórica, para que sean discípulas y misioneras de la caridad y vivan la misión, como una sola familia, de cuidar la casa común.
El lunes 15 de octubre (Día I) se conoció la situación y la realidad actual sobre las condiciones de la casa común en lo económico, político, social, cultural y ambiental de cada país que conformamos la Zona.
En el segundo día del Encuentro, se reflexionó y compartieron experiencias comunitarias significativas del cuidado de la casa común y el buen vivir; además se discernió a la luz de la fe, signos de esperanza y descubrir la presencia de Dios encarnado en las realidades de la casa común.
Para el Día III del Encuentro de Cáritas de la Zona CAMEX (Centroamérica y México), proponiendo acciones alcanzables, verificables y evaluables, que incidan en el cuidado de la casa común y el buen vivir.
En relación al Día IV se buscó consolidar los equipos levadura de Ecología Integral y aprobar la fundación de la REMAM como un instrumento que una el trabajo de la Zona en respuesta concreta al cuidado de la casa común y el buen vivir. Asimismo se trabajó en definir las acciones y compromisos que contribuyan al cuidado de la casa común y el buen vivir.
No obstante para el Día V y último del encuentro Hondureñito de la Zona CAMEX en la ciudad de Guatemala, se recalcó que la iglesia es misionera custodiando la casa común.