Y él le dijo: ¿Qué has hecho? “La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. Génesis 4,10
Estamos viviendo en nuestra amada patria Honduras, momentos llenos de incertidumbre, debido a los hechos violentos que suman y suman cada día, muchos de ellos se realizan impunemente, generando un clima de inseguridad y temor en la gran mayoría de la población, especialmente la más desprotegida.
En los últimos dos años, veintitrés periodistas han sido asesinados, sin que hasta este momento tengamos respuestas contundentes de las investigaciones por parte de los organismos responsables de hacerlas y evitar que la impunidad arrope y proteja a los actores materiales e intelectuales de los hechos.
Queremos recordar lo que en la Conferencia de los Obispos de Honduras realizada el 24 de febrero de este año, comunicamos a la población:
“El problema de la violencia tiene, en Honduras, una gravedad inusitada que nos exige serias reflexiones y compromisos inspirados en los valores del Reino de Dios, que es Reino de Justicia, Amor y Paz. La agresividad, que todos tenemos, es un dinamismo positivo que nos permite defendernos de peligros, amenazas y ataques. Pero una agresividad no educada o influenciada por modelos familiares o sociales negativos, se traduce en actitudes de violencia”.
Junto a nuestros Medios de Comunicación, agrupados en el Fundación para la Educación y la Comunicación Social FECS (Canal 48, Fides y Radio Católica la Voz de Suyapa), queremos solidarizarnos con los familiares de las victimas de la violencia desmedida, y abrazamos fraternalmente a la familia del periodista Alfredo Villatoro quien ha sido privado de su libertad, y por quien oramos intensamente para que se respete su vida y pedimos para que sus captores recapaciten y vuelvan al camino del bien, ya que un día todos tendremos que dar cuentas al nuestro Creador.
Este domingo, 20 de mayo, en todo el mundo celebraremos, la Solemnidad de la Ascensión del Señor, consagrado a la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, y el Papa Benedicto XVI, nos recuerda que: “Él nos hizo conocer el verdadero Rostro de Dios Padre y con su Cruz y Resurrección nos hizo pasar de la esclavitud del pecado y de la muerte a la libertad de los hijos de Dios. La pregunta fundamental sobre el sentido del hombre encuentra en el Misterio de Cristo la respuesta capaz de dar paz a la inquietud del corazón humano. Es de este Misterio de donde nace la misión de la Iglesia, y es este Misterio el que impulsa a los cristianos a ser mensajeros de esperanza y de salvación, testigos de aquel amor que promueve la dignidad del hombre y que construye la justicia y la paz”.
Invitamos a toda la población, para que seamos testigos de Jesucristo resucitado, que ha venido para que tengamos vida en abundancia (Juan10.10) y, en medio de este clima de temor, orar con una oración que nos comprometa a ser propagadores de esperanza.
Tegucigalpa M.D.C. 09 de mayo 2012
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