En nombre de las Caritas de la de América Latina y el Caribe, y la Confederación Caritas internationalis de la Iglesia Católica, queremos hacer llegar al pueblo nicaragüense, a sus pastores y a los miembros de Caritas Nicaragua, nuestra palabra de solidaridad y cercanía en estos momentos de tanta violencia en tan hermoso país.
Caritas trabaja en comunión y solidariamente en favor de las personas pobres, vulnerables y excluidas, al margen de su origen étnico, religión, ideas políticas, afiliación política o sexo, a la vez que colabora arduamente en los procesos de transformación social orientados a construir un mundo en el que impere la justicia y el amor fraterno.
Como afirma san Pablo, «si un miembro del cuerpo padece, todos los miembros padecen con él” (1 Cor 12,26). Por ese motivo, Caritas de América Latina ¡[el Caribe m puede permanecer indiferente ante el sufrimiento que aflige al pueblo de Nicaragua, a su Iglesia católica y a la Caritas de ese hermano país, enraizada en las entrañas del pueblo nicaragüense.
El mundo entero está contemplando los horrores de la represión y la violencia que han cobrado centenares de vidas humanas, miles de heridos y un número indeterminado de desaparecidos. Además de estos impactos, miles de hermanos y hermanas nicaragüenses han tenido que emigrar de su país, huyendo de la violencia y la inseguridad.
Nos ponemos del lado de las personas más vulnerables en este conflicto, de una verdadera democracia y de la justicia, de los fieles laicos, religiosas, religiosos, sacerdotes y obispos que han sido víctimas de la violencia y han sido amenazados. Esta violencia ha llevado también a atacar y destruir algunos locales y establecimientos desde los que Caritas brinda su servicio a los más pobres.
Frente a estos hechos, manifestamos que:
a) Elevamos nuestra más enérgica protesta ante la situación de opresión que vive el pueblo, y demandamos del Gobierno de Nicaragua un cese de la represión, además del control y desarme de los grupos parapoliciales y paramilitares, y el respeto absoluto de los derechos humanos de la población nicaragüense. Asimismo, la protección de las personas servidoras de Caritas de Nicaragua y de su infraestructura a nivel nacional, desde la que brinda su servicio humanitario y solidario a su pueblo.
b) Hacemos llegar a las familias que han perdido seres queridos en este conflicto nuestras condolencias y oraciones por sus difuntos. Sólo Dios consuela en estos casos extremos y de angustia. Él les acompaña en estos momentos de tristeza e incertidumbre.
c) Enviamos a los señores obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos de Nicaragua nuestro abrazo solidario y nuestro apoyo en su servicio abnegado a su pueblo. La cercanía para con el pueblo, el defenderlos de los violentos, el riesgo mismo de la vida permite pensar en una nueva etapa que se dirige a la liberación.
d) Apreciamos la acogida que el pueblo costarricense está dando a miles de nicaragüenses que han llegado a ese país, y pedimos a Dios que les provea lo necesario para responder la crisis migratoria que están enfrentando, así mismo la disponibilidad de Caritas El Salvador para ayudar a quienes emigran a este hermano país.
e) Pedimos a los organismos internacionales intervenir diplomáticamente o de manera más directa, para que esta violencia no cobre más vidas humanas y el pueblo de Nicaragua pueda vivir en paz y en otro régimen de seguridades.
A todos y todas les animamos a no desfallecer, a no perder la esperanza y a confiar en el poder de Jesucristo, que es la fuerza del amor, y a, corno reza la tan conocida oración franciscana, ser un instrumento de paz, y donde haya odio, poner amor; donde haya ofensa, poner perdón; donde haya discordia, poner unión; donde haya error, poner verdad; donde haya desesperación, poner esperanza; donde haya tinieblas, poner luz; donde haya tristeza, poner alegría. Confiando en Dios y en la Iglesia que como mediadora de este proceso se logre alcanzar la estabilidad y la paz como fruto de la justicia en Nicaragua.
San José, a los 24 días del mes de Julio del 2018.
En nombre de todas las Caritas de América Latina y el Caribe,
Pbro. Francisco Hernández Rojas.
Coordinador Regional de Caritas de América Latina y el Caribe
Comunicado intregro:
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